Harfuch, la némesis para los morenistas

Si Clara no se vuelve competitiva, la némesis, el castigo para los morenistas será que Sheinbaum les imponga a Omar García Harfuch como candidato, un policía señalado por el propio gobierno de Morena como implicado en la manipulada y falsa verdad histórica de Ayotzinapa. FOTO: X / Omar García Harfuch

Mensaje Político

Alejandro Lelo de Larrea


En su prospectiva político-electoral de la Ciudad de México, los morenistas radicales, los duros, los que se dicen fundadores del movimiento –o se creen–, hablan de al menos seis conclusiones que no les auguran un día de campo, sino al contrario, y por eso anticiparon el proselitismo para decidir quién abandere su causa en la capital del país.

Primera: Hoy, tienen prácticamente perdida la capital del país. Lo saben por el resultado de 2021, en que tuvieron poco menos del 50% de los sufragios –con todo y sus aliados–, pero también por las encuestas recientes, no las que se publican en los medios, que usan como propaganda, sino las reales, las que tienen los partidos para uso interno.

Segunda: Su candidata es Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa, y ya se alinearon entorno de ella, incluso los que ya no pudieron avanzar, como el grupo de Martí Batres, actual jefe de Gobierno, o el de Ariadna Montiel, titular de la Secretaría del Bienestar, proveniente del bejaranismo. Y por supuesto, de ese lado está el presidente López Obrador… hasta hoy.

Tercera: Acordaron que desde el 17 de septiembre Brugada arranque su campaña para intentar que se vuelva realmente competitiva, porque por ahora sólo la conocen en Iztapalapa y un poco en otras demarcaciones del oriente de la capital. En el poniente no pinta. La mayoría de las clases media y alta –que es algo que algo así como 50% en la capital–, no están con ella.

Cuatro: Si Clara no se vuelve competitiva, la némesis, el castigo para los morenistas será que Sheinbaum les imponga a Omar García Harfuch como candidato, un policía señalado por el propio gobierno de Morena como implicado en la manipulada y falsa verdad histórica de Ayotzinapa –él ha negado que estuvo en la entidad la noche de Iguala–, además de que trabajó con Genero García Luna, acérrimo adversario de los cuatroteístas. Y de pilón, no es del movimiento. Lo consideran advenedizo.

Quinta: Es una premisa falsa esa de que Harfuch va a trabajar en la campaña de Sheinbaum. Quedó habilitado constitucionalmente para ser candidato a la Jefatura de Gobierno y es el adversario que Brugada debe vencer. Sheinbaum no vacilará en su pragmatismo y si para retener la capital necesita a Harfuch, habrá de imponerlo, aunque se contradiga su discurso de reforzar los principios de la 4T.

Sexta: Lograron neutralizar –por ahora– para la contienda interna en la CDMX a la ex corcholata Ricardo Monreal, quien supuestamente tenía el compromiso presidencial de que sería el candidato en la capital, a cambio de avalar el triunfo interno de Sheinbaum, no legitimada por el segundo lugar, Marcelo Ebrard. A cambio, en vez de gratitud, a Monreal le dieron una bofetada política. Sheinbaum y los mismos grupos duritos que apoyan a Brugada le cobraron la derrota de 2021 en la Ciudad de México, que le atribuyen a él. Lo que quizá no ven es que ser cierto que por culpa de Monreal perdieron, podría repetirse la historia en 2024, pues el zacatecano controla la Alcaldía Cuauhtémoc, que de facto es la capital de la capital del país, y al final de cuentas podría inclinar la balanza a favor o en contra de Morena.

Brugada va con todo para ver si supera a Harfuch, que por supuesto no se va a quedar de brazos cruzados, porque su papel también es neutralizar a Monreal, quien antes de inscribirse al proceso de Morena para la CDMX debería mirarse más de una vez en el espejo de Ebrard. Lo veremos.

FOTO: X / Omar García Harfuch

 

 

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