El IECM ‘lee la cartilla’ a servidores públicos

De cara a las próximas elecciones del 2 de junio, el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) emitió los lineamientos de conducta para los funcionarios del Gobierno Central y de las Alcaldías, a fin de que respeten la Ley y actúen con imparcialidad en las campañas y la elección. Foto: IECM

CDMX Magacín


De cara a las próximas elecciones del 2 de junio, el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) emitió los lineamientos de conducta para los funcionarios del Gobierno Central y de las Alcaldías, a fin de que respeten la Ley y actúen con imparcialidad en el proceso democrático que se está llevando a cabo, toda vez que durante los últimos días se han presentado quejas y denuncias de algunos aspirantes.

“Todas las personas servidoras públicas y demás homólogas por funciones o ingresos que ejerzan un empleo, cargo, mandato o comisión de cualquier naturaleza en la administración pública y las alcaldías de la Ciudad de México, deberán conocer y observar los lineamientos para garantizar la imparcialidad, neutralidad y equidad en la contienda”, señaló el órgano regulador en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México.

Entre los lineamientos dados a conocer por el IECM destaca el que se refiere a que “la propaganda gubernamental, así como cualquier información pública o gubernamental debe ser institucional, por tanto, no puede tener carácter electoral, es decir, no debe dirigirse a influir en las preferencias electorales de la ciudadanía, así como evitar exaltar logros, atributos o cualidades de una persona servidora pública que pudieran incidir en algún proceso electoral”.

Como ejemplos de lo que ha ocurrido, cabe recordar que en diciembre pasado el precandidato de Movimiento Ciudadano a la jefatura de Gobierno, Salomón Chertorivski, denunció ante el Instituto Nacional Electoral (INE) a los precandidatos de Morena, Clara Brugada, y del Frente Amplio por la Ciudad de México, Santiago Taboada, por gastos anticipados de precampaña, rebase de topes de gastos de precampaña y uso indebido de recursos públicos, entre otros.

Del mismo modo, el IECM resalta el uso de beneficios que pudieran otorgar algunos aspirantes a la ciudadanía: “Durante el proceso electoral, las personas servidoras públicas que aspiren a competir o compitan por cargos electivos, en ningún caso podrán asistir a eventos en los que se entreguen beneficios derivados de la implementación y ejecución de programas sociales y/o acciones institucionales”.

La historia de los beneficios electoreros es muy vieja, no sólo en la ciudad capital, sino en todos los rincones del país. En 2017, cuando el PRI era el partido oficial, la oposición se quejó del manejo de la campaña del candidato oficial en el Estado de México, Alfredo del Mazo, a la que llamaron “elección de Estado”, por el apoyo que, desde las diversas instancias, recibió el aspirante tricolor.

En el recuento de los años, la entonces oposición exaltaba los atropellos. En la actualidad, la propaganda avasalladora de Clara Brugada en la Ciudad de México y de Claudia Sheinbaum en el territorio mexicano, son casos similares a aquellos. Los partidos oficiales siempre tienen la sartén por el mando… Perdón, por el mango.

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