Crisis del agua: lucro electoral de Morena

Como este año, el GCDMX administra la crisis hídrica para la próxima elección y no edifica para la próxima generación. Los problemas que ahora expresan los alcaldes y padece la gente son los mismos que hace 25 años. Nada cambió. Los gobiernos de supuesta izquierda también en esto fallaron. FOTO: Archivo GCDMX

Mensaje Político

Alejandro Lelo de Larrea


Este año, el Gobierno de la Ciudad de México se anticipó aún más que en 2023 para administrar la crisis del agua con cortes del suministro, para evitar que en la etapa de la sequía, que coincide con las campañas electorales y las votaciones, la escasez pueda traer mayores consecuencias para Morena y su candidata presidencial, Claudia Sheinbaum, por haber sido jefa de Gobierno. Pero también proteger a su abanderada a la Jefatura, Clara Brugada, además de al resto de los contendientes por las Alcaldías y las diputaciones.

Igual que el año anterior, desde el Gobierno de la CDMX ya echaron a andar la estrategia de trasladar a la oposición parte del costo político de la falta de agua, con cortes al suministro o cierre de válvulas de los pozos en las alcaldías que gobiernan sus adversarios políticos.

Esto lo controla el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) que depende del GCDMX. Por eso decidieron dotar agua por tandeo en colonias de alcaldías de oposición, que son las más afectadas: Azcapotzalco, La Magdalena Contreras, Álvaro Obregón, Coyoacán, Miguel Hidalgo y Cuajimalpa.

También hacen cortes en algunas demarcaciones que gobierna Morena: Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Tláhuac, principalmente. Sin embargo, para aliviar el enojo de sus electores, el Sacmex anunció que en el caso de 73 colonias de las dos últimas alcaldías condonarán este año el pago por los derechos de suministro de agua.

Esto es una evidencia de cómo se están cuidando al doble este año, después de la ingrata experiencia de 2023, en que la sequía puso en riesgo la candidatura presidencial de Sheinbaum. Sabedores de la enorme crisis que atraviesa el sistema Cutzamala –en sus tres presas: El Bosque, Valle de Bravo y Villa Victoria–, cuyo nivel está por debajo del 40% de su capacidad, no quieren que la crisis les estalle en plena elección. La han anticipado, y de pasadita le dan su tallón a la oposición.

El caso más sobresaliente es el de la Miguel Hidalgo, donde los cortes del suministro de agua y el cierre de pozos han sido decisiones unilaterales del Sacmex, que ha provocado incluso manifestaciones de ciudadanos y bloqueos de calles. El alcalde en esa demarcación, Mauricio Tabe, se queja de que el 80% de los recursos que se invierten en materia de agua potable y drenaje van a las alcaldías gobernadas por Morena, y sólo el 20% a las de oposición, a pesar de que son las que más aportan por concepto de derechos de agua.

La realidad es que en los 27 años que lleva el mismo grupo político al frente del Gobierno de la Ciudad de México, igual que en estas semanas y el año pasado, sólo se atienden los urgentes en materia de agua, si es necesario con pipas, como ha ocurrido siempre en varias regiones de Iztapalapa, que de paso ha servido para tenerlos como clientela política.

Como este año, el GCDMX administra la crisis hídrica para la próxima elección y no edifica para la próxima generación. Los problemas que ahora expresan los alcaldes y padece la gente son los mismos que hace 25 años. Nada cambió. Los gobiernos de supuesta izquierda también en esto fallaron.

¿Qué es lo que sigue en el tema de la crisis del agua? Seguramente en los próximos días, semanas, Batres va a convocar a una sesión de Cabildo para que, como el año pasado, reparta los costos del problema y le afecte lo menos posible a Morena y sus candidatas Sheinbaum y Brugada. Lo veremos.

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