Glorieta de Colón
En 1989 fue la primera vez que el cacique de Campeche, Carlos Sansores (de negro historial), le pidió al presidente Carlos Salinas que le diera trabajo a su hija, Layda Sansores, quien era egresada de la Normal de Maestros en la Ciudad de México.
Sí, Carlos Salinas, el enemigo público número uno para el actual presidente López Obrador.
Salinas habló con el regente capitalino Manuel Camacho Solís para que designara a Layda subdelegada de Desarrollo Social en Álvaro Obregón. Un personaje de la cultura que laboró ahí con ella, cuenta que nadie la quería porque era la “recomendada”, y por lo mismo actuaba con prepotencia y maltrataba a sus subordinados.
Recuerda que cuando a Layda le preguntaban, “¿usted es de Campeche?”, solía responder: “No, Campeche es de mi papá”, y hasta se carcajeaba, porque era en serio su expresión. Ya en 1991, Salinas hizo diputada a Layda, quien por supuesto convalidó el fraude electoral de 1988 y todas las demás trapacerías de Salinas.
Sesma, hasta la ignominia
Dicen que cuando alguien llega a niveles extremos de lambisconería cruza la frontera que lo lleva al triste terreno de la ignominia, de la humillación. Ese es el caso del diputado local del PVEM, Jesús Sesma, quien ayer se le pasó la mano con el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, durante su comparecencia en el Congreso capitalino:
“Si hoy vivieran los creadores de las series de superhéroes como son Batman, Spiderman, Superman, X Men, no tengo la menor duda que ellos también basarían en usted la creación de un nuevo superhéroe, que podrían nombrarlo: Harfuch el guardián de la ciudad, expresó el legislador”.
El martes, a Luz Elena González, le dijo así: “Ya quisiera Gran Bretaña tener una secretaria de Finanzas como usted». Hasta sospechosa su salamería. Tampoco es de extrañar, porque Sesma es alumno del Niño Verde, aquel que se le vio en video pidiendo 2 millones de moche. ¿A poco Sesma tendrá cuentas pendientes con la justicia y busca perdón? Es pregunta.
Incumplen panistas
Aunque la bancada del PAN en el Congreso de la Ciudad de México se comprometió el lunes con el Secretario de Gobierno, Martí Batres, a sacar las reformas más importantes para la capital, cuentan los morenistas que aún no se ve el menor indicio de que vayan a cumplir su palabra.
Los propios panistas confiesan que no han revertido la instrucción que recibieron de su coordinador, Christian Von, de no aprobarle nada al gobierno de Claudia Sheinbaum.
Así que no se ve para cuándo el diputado panista Diego Garrido quite el dique a la enmienda para elevar a rango constitucional los programas “Mi Beca Para Empezar” y “la Escuela es Nuestra”. La postura los legisladores del PAN ha permitido que Sheinbaum vaya por la CDMX hablando del tema, como parte de su campaña.