Hacen comparecencias virtuales por ‘falta de café y galletas’

Y hablando de reuniones de trabajo virtuales en el Congreso capitalino, el panista Gonzalo Espina, de Cuajimalpa, aprovechó la distancia para echarse unos tragos, acaso pensando que nadie se daría cuenta.

Glorieta de Colón

No es broma. La falta de galletas y café debilita la rendición de cuentas de los funcionarios del Gobierno de la Ciudad de México, ante el Congreso capitalino.

Y es que los legisladores acordaron que las comparecencias de la Glosa del Cuarto Informe de Gobierno de la Ciudad de México serían virtuales, con el argumento de que en el Congreso la “pobreza franciscana” llega al grado de que no hay ni para galletas y café. Por eso, como no tenían nada que ofrecer a los funcionarios y comitivas que asistieran a las comparecencias, prefirieron hacer virtuales las reuniones.

Todo fue idea de la vicecoordinadora de Morena, la diputada Guadalupe Morales Rubio, quien en una reunión de la Junta de Coordinación Política hizo el planteamiento que se aprobó por parte de los morenistas, que no pudieron ser más absurdos con tal de cuidar al Gabinete de Claudia Sheinbaum.

 

Destapan a Luis Mendoza en BJ

Durante su Informe el miércoles, el alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada, saludó y destapó abiertamente en su discurso a quien es su favorito para sucederlo en el cargo en 2024.

“Y al diputado federal que seguro estoy seguirá haciendo un gran trabajo en Benito Juárez, que tendrá una responsabilidad futura muy importante de mantener los mejores estándares en BJ, a don Luis Mendoza, muchas gracias mi querido hermano”.

 

¡Saluuud, diputado!

Y hablando de reuniones de trabajo virtuales en el Congreso capitalino, el vicecoordinador panista Gonzalo Espina, de Cuajimalpa, aprovechó la distancia para echarse unos tragos, acaso pensando que nadie se daría cuenta.

En una sesión de Comisión, el miércoles, se evidenció que estaba trabajando ebrio. Cuando en su calidad de Secretario de la Comisión Espina tuvo que leer el desistimiento de un diputado, no pudo pronunciar bien las palabras, pues se le arrastraba la lengua. Era evidente su estado inconveniente para laborar.

Para algunos diputados no resultó extraño. ¿Será por el mal ejemplo de su coordinador, Christian Von Roehrich? Es pregunta.

 

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